Aún parece que Elisa estuviera acá, riendose con sus perfectos dientes blancos llenos de acento inglés, con sus ojos llenos de felicidad, de felicidad azul, con su pelo con olor a primavera, con sus manos que tocaban alegrías, con sus besos, dosis de heroína, hablando de las trivialidades que hablabamos en el tejado de la luna, o cuando el sol le iluminaba la vida, ¿a dónde te has ido?¿ con quién?, a donde quedé yo, a donde se fueron los días, a donde te fuiste tu!, a donde que no vuelves, a donde que te no despediste, a donde dejaste mi droga, a donde te has ido que todos hablan ya igual, ya nadie me da felicidad de colores, ahora es invierno y me quema el frío, Elisa con que Mozart te has ido, a donde han ido a parar las ilusiones, debiste dejarme señales en el cielo.
Así pasó un día ya Elisa no estaba, no estaba en la cocina preprando tostadas frances, ni fumando en la sala de estar, busqué donde guardaba la droga que vendía -que nunca me quiso decir y yo siempre supe- y no estaba, -la droga tampoco-, busqué donde haciamos el amor y no estaba, busqué donde teníamos sexo y no estaba, miré por la ventana y no estaba, es decir, no estaba! y yo me estaba cagando el existir. Elisa no gustaba del licor pero fumaba como lo hace una prostituta, así que el bar estaba intacto, y yo estaba táciturno, como la noche, que no estaba, ni eso me dejaste Elisa, ni nada que imaginar, ni nada que soñar, sólo ginebras que tomar y mustang rojo, te llevaste las sinfonías y hoy tengo que escuchar a la radio, me dejaste sin visiones, dejaste todo lo que escribías, pero te llevaste las pinturas de la infancia, no tenías más de veintitres años y yo nunca te pregunté la edad, hoy me arrepentio de morirme sin saber si besaba una mujer de veinte años y le hacía sexo oral a una de veintitres. no desperdicies tu tiempo Elisa, sé que no me amaste y yo si te amé, te amé por que dejé de ver el cielo azul cielo, sino azul Elisa, dejé de comer carne de res, sino de carne de Elisa, dejé de fumar Marlboro azul por Marlboro Elisa, dejé de ir a bares de putas, por ir a bares con Elisa, y tu no me amaste por que seguías indo a clases de canto y no mis cantos, seguías iendo a la universidad por convicción, nunca quisiste ser más que artista, y eres mi artista, quien pintó mis días y ahora mezcló cuneiformemente lienzos de colores con tonos opacos dejandome en este salón con sonido a la valse d' amelie, sabor a resaca y olor a mustang rojo, espero que estés disfrutando de tu nueva vida, que no dejes de amar los penes y las coca colas frías, ni los mustang rojo, ni la creatividad, eres mi vida Elisa, pero cuando amanesca de nuevo todo será mejor, sin Elisa, pero con vida, sin Elisa pero con tostadas frances, sin Elisa pero con el bar nuevo, sin Elisa pero con canciones de la radio, sin Elisa pero con nuevo amor -espero-, sin Elisa pero son sonrisas, sin Elisa pero con esperanzas, sin Elisa pero conmigo, sin Elisa pero con vida.